La entrada del blog de hoy la dedicaremos a la limpieza de muebles. Antes de nada debemos saber si el acabado de los muebles es de madera natural o bien es de cualquier otro tipo de acabado plastificado, de melamina, etc. que pueda limpiarse en húmedo.
Limpieza de muebles de madera
En primer lugar, debemos retirar el polvo y la suciedad. Lo haremos con una bayeta ligeramente húmeda, ésta puede ser ecológica o de algodón. Asegúrate de que no suelte pelusas. Si lo haces así, el polvo lo atrapas más fácilmente.
Si la doblas en cuatro partes, tal como se ve en la foto que sirve de ejemplo, te evitas tener que aclararla constantemente, y puedes limpiar con ella por sus ocho caras. Te será más fácil y no arrastras el polvo de un lado a otro.
A continuación prepararemos una mezcla de aceite de oliva y vinagre a partes iguales y añadiremos una cucharada de zumo de limón.
Mezclaremos muy bien y lo aplicaremos con la bayeta, primero en círculos para ablandar la suciedad, y luego a favor de las vetas de la madera.
Para los rincones te ayudará un pincel o una brocha suave.
Si tiene partes más castigadas, sobre todo en las de mesas, zócalos, etc., te será útil poner la mezcla y dejarla actuar por unas horas.
Si quedan restos, secar con un trapo seco de algodón. No hace falta aclarar la mezcla.
Limpieza de muebles de acabado plastificado, melanina, etc.
En los muebles lacados, de melamina y similares, puedes actuar igual pero cambiando la solución por un limpiador de PH neutro, por ejemplo con Norit.
Te aconsejo cerrar las ventanas para evitar que el sol los decolore y también evitar que entre el polvo. Recuerda que diez minutos son suficientes para ventilar una habitación.